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El Time to Market en la Construcción

Posted at 22:15h in Materiales

En los últimos años, la tecnología ha hecho que muchas industrias simplifiquen cada vez más sus procesos y dinámicas tanto internas en sus organizaciones, como externas en la interacción con los clientes. Metodologías de trabajo desde el lean manufacturing hasta el lean start-up y casi todo lo que se le antepone el sustantivo “lean” han logrado que las empresas que las adoptan logren ventajas por sobre las que no lo hacen.

Dentro de los grandes logros de los métodos de trabajo ágiles se encuentra la reducción del time to market, lo cual es, el tiempo que toma un producto desde su concepción como idea hasta que está disponible al mercado. En el ámbito de la construcción, esto es el periodo desde que el proyecto se concibe en sketch hasta que este es entregado al propietario. Claro que, no hay un tiempo estándar para este rubro, y posiblemente para ninguno, porque dependerá de cada proyecto, pero lo cierto es que entre más tiempo tome un proyecto en culminarse, más son las oportunidades perdidas y los problemas emanados.

La creciente competencia y el auge de tecnologías como BIM han impulsado aún más la importancia del tiempo de finalización en la industria de la construcción. Así este rubro productivo no ha sido la excepción y existen ya muchas empresas desarrolladoras, constructoras, distribuidores e incluso contratistas que están dándole cada vez más importancia a este concepto.

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El no salir a tiempo con un proyecto constructivo acarrea importantes desgastes que pueden convertirse en menos rentabilidad y oportunidades perdidas. A continuación, algunas de las afectaciones producto de no tomar en cuenta la reducción del tiempo de ejecución y finalización de un proyecto:

Para el constructor:

  • Fricciones con el cliente por posibles incumplimientos
  • Pérdida de credibilidad ante el mercado
  • Falta de liquidez por pagos que no se ejecutan debido al atraso
  • Deterioro de relaciones con proveedores debido a los atrasos en pagos que dependen de los desembolsos de quien financia el proyecto
  • Mayor tiempo de uso de mano de obra, incrementando los costos
  • Más tiempo de uso de equipos, que significan egresos de dinero

Para el inversionista

  • Pérdida de oportunidad de que el inmueble sea fuente de ingresos
  • Deterioro de imagen ante sus clientes
  • Pérdida de clientes que encuentran una alternativa más pronta
  • Posición desventajosa ante sus competidores

Para el cliente y usuarios

  • Pérdidas por imposibilidad de operar y explotar en el inmueble
  • Deterioro de su imagen por la tardanza
  • Posibles problemas legales o de contratos en los que el tiempo es clave

Como vemos, el tiempo de retraso y el time to Market demasiado largo trae problemas que se van transmitiendo en forma de cascada a cada uno de los protagonistas en la industria. Con base en esto, a continuación, los aspectos a tomar en cuenta para reducir el time to market y ser más competitivos:

Planificación y calendarización: los que se dedican a la construcción están todos muy familiarizados con esto, el problema real viene en la ejecución, en donde surgen los desfases. Usar tecnología como BIM ayuda grandemente a calcular más apropiadamente los tiempos para cada fase.

Diseño: inclinarse por diseños que involucren en mayor medida todo lo que sea prefabricado. Por definición, todo lo que se hace en obra, ralentiza la ejecución, por lo que se sugiere darle prioridad a diseños y materiales que permitan aminorar tiempos.

Organización de tareas: nuevamente, BIM puede ayudar en este sentido, evitando la duplicación de tareas o tareas innecesarias.

Información y retroalimentación: necesitará el ejecutor tener toda la información diaria de ejecución del proyecto con el fin de encontrar cuellos de botella y determinar maneras de desentramparlos

Materiales: claro que estos vienen desde el diseño, pero vale la pena recalcar que las factorías de prefabricados ya incurrieron en el tiempo para elaborar estos materiales, algo que, si fuera de otra forma, lo incurrirá el ejecutor del proyecto. Además, los prefabricados tienen como ventaja que reducen grandemente la mano de obra y equipos a ser utilizados en la obra.

Herramientas: todo lo necesario para la ejecución debe estar disponible y ubicado estratégicamente dentro del campo.

Logística: los proyectos de construcción deben de contar con especialistas en logística de movimiento de materiales y personas, mismos que se involucren desde el diseño del mismo. Nuevamente, BIM es una excelente filosofía de trabajo y tecnología que abona a esto. Un análisis del flujo de estos recursos aminorará grandemente los tiempos y en consecuencia los costos.

 

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Para culminar, debemos señalar que ser competitivo hoy día no significa nada más un proyecto ejecutado bien y a buenos costos, el factor tiempo es en el siglo XXI posiblemente el recurso más valorado. Las industrias, los mercados, las personas, nuestras vidas individuales se mueven cada vez a mayor velocidad y el tiempo es cada vez más escaso. Así, todo lo que logra reducir retrasos y esperas es bien aceptado y la empresa que lo logra tiene una ventaja grandísima y difícil de igualar

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